El 28 de julio de 2010, la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció explícitamente el derecho humano al agua, reafirmando que un agua potable limpia y el saneamiento son esenciales para la realización de todos los derechos humanos. La Resolución exhorta a proporcionar tecnología para ayudar a proporcionar un suministro de agua potable y saneamiento saludable, limpio, accesible y asequible para todos.